La incapacidad permanente...Que puede aportar un Perito Social?

jueves, 4 de enero de 2018

Cuando una persona sufre un problema de salud que le imposibilita realizar su actividad laboral y no está preparado para realizar cualquier otra, se ve inmerso en una lucha judicial que se prorroga en el tiempo.

Finalmente, cuando el procedimiento llega a su fin, el juez dicta sentencia, teniendo en cuenta solo las pruebas médicas, y obviando los factores sociales, lo que en muchos casos conlleva una respuesta denegatoria.

En muchas ocasiones una mala valoración de la seguridad social lleva a las personas a situaciones de vulnerabilidad e incluso exclusión social. Veamos un ejemplo:


Un operario del ramo de la construcción con lumbalgia crónica que termina perdiendo su trabajo y pasa a percibir el desempleo, el cual puede cobrar durante dos años.

Su traumatólogo le manda unas pruebas para determinar el alcance de las lesiones que padece. Después de meses esperando, finalmente se realiza la RM, y es derivado al neurocirujano ante la existencia de daño en la médula. Tras muchos meses esperando para realizar la intervención médica y ya agotada la prestación de desempleo, esta se retrasa por falta de quirófanos.

Han pasado más de dos años desde la visita del traumatólogo, ha finalizado el subsidio de desempleo, el dolor va en aumento a pesar de la fuerte medicación. Finalmente es intervenido, pero su lesión apenas mejora.

En esta situación no existe posibilidad de encontrar empleo, no al menos de los que él está capacitado para realizar. Solicita la incapacidad: la respuesta es denegatoria, ya que “no se aportan pruebas suficientes que desvirtúen la valoración del SGAM/ EVI”

En muchas ocasiones, especialmente en casos de lumbalgia, fibromialgia, u otras patologías de difícil diagnóstico, los informes médicos emitidos por el equipo de valoración de incapacidades no son suficientes para que la persona obtenga un grado suficiente de discapacidad que le otorgue la incapacidad permanente. Aquí es donde entra el juego la pericial de los factores sociales, la cual puede aportar información relevante que aumente esa valoración hasta 15 puntos, lo que puede suponer llegar a un 65% de discapacidad, lo que supondría tener derecho a una prestación económica suficientemente digna para subsistir.

El informe pericial social, por tanto, puede conseguir hacer VISIBLES todas aquellas circunstancias que en la mayoría de los casos pasan desapercibidas, siendo determinante para conseguir una sentencia positiva de incapacidad laboral.